A lo largo de la vida, las personas experimentamos unas necesidades psicológicas que pueden ir cambiando. En el aula estas se presentan buscando el reconocimiento. Por esta razón es importante satisfacer el reconocimiento en el aula de idiomas. Es una necesidad que surge en momentos determinados y está relacionada con procesos de nuestra personalidad y vinculada a nuestra experiencia perceptiva.
Dentro del aula de idiomas la podemos encontrar ante situaciones que suponen una dificultad tanto para los alumnos como para los instructores. En el aula de idiomas, estamos expuestos a retos constantes y por ello mostramos con frecuencia estas necesidades.
Basándonos en los estilos perceptivos, la forma en que podemos realizar un reconocimiento en el aula de idiomas es apreciando:
- El trabajo
- La persona
- El espacio y el tiempo
- La actitud
Reconocimiento al trabajo
Dentro de las diferentes formas de reivindicar la apreciación por parte de los demás, la que apela al reconocimiento al trabajo es una de ellas.
En un aula de idiomas, la persona que tiene esta expectativa es trabajadora, metódica, constante, y muchas veces perfeccionista. Cumple siempre con sus tareas, avanza temarios para estar bien preparada, siempre llega puntual al aula y prioriza el valor del respeto.
Lo que espera del enseñante es esta misma disposición y un reconocimiento hacia todo lo que demuestra hacer en el aula. Una respuesta en sentido contrario se convierte en un disparador de su estrés.
Reconocimiento personal
Si bien el caso anterior va dirigido al reconocimiento de los resultados y su calidad, este se centra en un aspecto más emocional, el reconocimiento a la persona.
Los alumnos que ponen énfasis en el cuidado de sus sentimientos, suelen ser personas que actúan de forma respetuosa, afectiva, adaptable y trabajadora. También suelen cumplir con su tarea, dan soporte a sus compañeros y están atentos a todas las necesidades del aula.
Si se les concede un tarto gentil que compense el elevado sentido de la duda que genera el hecho de depender de la emoción, esto resulta en un menor grado de estrés y por ello pueden tener mayor rendimiento dentro del aula.
Reconocimiento del espacio y tiempo personal
Algunas personas, para obtener un buen resultado en su aprendizaje, necesitan que se respete y se les de un buen reconocimiento del espacio y tiempo personal.
En el aula de idiomas, quienes responden a esta necesidad suelen mostrarse silenciosos, apacibles, creativos y de ritmo lento pero seguro. A veces cumplen con sus tareas, a veces no; son meticulosos escuchando y procesando; y muestran buena disposición y voluntad de esfuerzo.
Un detonante de su estrés sería que no se les permitiera tomarse su tiempo cuando lo necesitan y no se respetara su necesidad de espacio, incluso cuando están ausentes del aula sin previa notificación.
Reconocimiento a la actitud
En este último grupo encontramos a personas que tienen una fuerte necesidad de actuar y, por tanto, saben que aquello que hagan puede sobrepasar la energía de los demás. Por esta razón buscan un reconocimiento a la actitud.
Cuando están en el aula, son personas muy participativas, decididas, tolerantes con sus propios errores y muy resolutivas. Dependiendo del tipo de tareas pueden tratar de evitarlas o cumplir con ellas bajo mínimos, suelen tener cosas interesantes que contar, y muestran detalles originales que llaman la atención.
Lo que puede disparar su estrés es la recriminación a su forma de actuar, ya sea mostrando incomodidad hacia su forma de tomar acción o indiferencia hacia su necesidad de interactuar a su manera.