estrés en el aula de idiomas

El Estrés en el Aula de Idiomas

En el artículo anterior, hablaba sobre la necesidad de reconocimiento que todos mostramos cuando necesitamos reivindicar nuestro propio valor y de la forma en cómo este se manifiesta en el aula, expresado a través de:

  • El trabajo
  • La persona
  • El espacio y el tiempo
  • La actitud

La necesidad de reconocimiento se activa cuando nos enfrentamos a situaciones que entrañan una dificultad. Aparece como un mecanismo de defensa que quiere reafirmar nuestro valor cuando prevemos que algo puede no salir bien.

Del nivel de satisfacción que experimentemos en la respuesta que nos llega por parte de los demás, dependerá cómo se resuelva una situación. A mayor satisfacción, más probabilidad de reconducir esa dificultad. Cuando la respuesta es menor o no satisfecha, nos acercamos o cruzamos la puerta del estrés.

Ejemplo de no reconocimiento 

Un alumno tiene que presentar una tarea escrita hablando sobre un tema. Dado que su principal necesidad de reconocimiento se enfoca en el resultado de su trabajo, ha desarrollado un texto extenso y sobre detallado. El instructor sabe que este alumno siempre toma más tiempo de clase que los demás para hacer sus exposiciones. Por otro lado, sabe también que el nivel de precisión en su trabajo es alto. Para ahorrar tiempo, el profesor le pide que simplifique y lea solo las ideas más importantes. Para el alumno acaba de surgir un nuevo reto que no tenía previsto. Su perfeccionismo y necesidad de control no van de la mano con la espontaneidad. Una petición de este tipo, a pesar de que sea bien intencionada, puede ser una lanzadora hacia la puerta del estrés. Para evitar que esto suceda, el instructor en vez de optar por recortar el tiempo de lectura puede recortar el tiempo que dedique a hablar sobre ello posteriormente y evitar extenderse en las correcciones. También puede observar al alumno y ver cómo se muestra hoy para decidir si le hace o no leer todo el texto. Aunque tengamos detectados patrones de repetición, no siempre tiene por qué surgir el estrés.

Qué sucede en el aula cuando nos acercamos a la puerta del estrés

La necesidad de reconocimiento presente y el estilo perceptivo a través del cual nos expresamos van ligados a esta realidad, son mapas perfectos e igualmente interpretables.

Estas son algunas de las actitudes que se desencadenan de forma mecánica cuando una de estas necesidades no es correspondida:

  • Crítica hacia lo que es o no justo.
  • Duda hacia la competencia de la persona que instruye.
  • Cruzadas de opinión.
  • Pérdida de la confianza en uno mismo.
  • Incidencia sistemática en el error.
  • Rechazo a responder.
  • Culpabilización a los demás.
  • Negatividad y queja.
  • Dramatización.
  • Rechazo de las reglas.

Estas actitudes son un indicador de que la persona no está cómoda con una situación. En la vida cotidiana, su repetición constante es lo que puede llevarla a entrar en un estado de depresión. 

En el aula de idiomas, cuando alumnos o instructores no logran salir de estos patrones, es cuando se produce el fracaso. Sin llegar a extremos, ser conscientes de estos mecanismos personales y aportar soluciones para mitigarlos o desactivarlos es uno de los mayores logros que un instructor puede conseguir dentro del aula.

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